14 de noviembre de 2010

LA FILOSOFÍA POLÍTICA MEDIEVAL: La Escolástica

San Agustín -por Philippe de Champaigne 

Este artículo lo he venido publicando en partes. La primera “El período místico teosófico de la filosofía medieval y el segundo La filosofía patrística.

Este testimonio de la filosofía política medieval considera la gran importancia de la traducción del griego de la Política de Aristóteles  hacia 1260, ya que aportó en la creencia que la razón es la llave que tiene que abrir la puerta del conocimiento del mundo natural.

Lo "Medieval" se refiere principalmente a Europa. La "Escolástica" se refiere a la cultura intelectual característica de las escuelas medievales, el UNIVERSITAS HOMINUM. El idioma de trabajo de las escuelas era el latín, y los profesores y los estudiantes fueron clero. Las universidades tuvieron un gran impulso a partir de la traducción al latín de las obras de Aristóteles, de los comentarios sobre Aristóteles y de obras conexas en griego o árabe.

El estudio de la ley era importante en las universidades medievales y las ideas derivadas de la ley fueron influyentes en el pensamiento político. Los escritores de filosofía política utilizaban algunos de los géneros literarios característicos de la escolástica, como el comentario, la cuestión en disputa, el diálogo y el tratado.

Por la filosofía política medieval entendemos los escritos medievales sobre la política que se reconocen  con parecido a los escritos modernos de filosofía política. Sus autores fueron generalmente académicos que escribieron para ser leídos por lectores con formación universitaria, que se basaban en ideas exploradas en las escuelas y escribían de modo académico.

Algunos escribieron comentarios sobre la Política de Aristóteles y cuestiones disputadas de carácter académico en relación con temas de la filosofía política. Sin embargo, la filosofía política no formaba parte del plan de estudios universitarios. Los autores de los escritos políticos en general, no escribieron las obras en el curso de sus tareas de enseñanza. Generalmente se escribió en respuesta a algún evento político.


La Escolástica.
En la síntesis entre aristotelismo y cristianismo se halla la causa de que para muchos historiadores la escolástica no sea concebida como una filosofía propiamente dicha, sino como una teología desarrollada filosóficamente, es decir, una "sierva de la teología". La escolástica se convirtió en el movimiento teológico-filosófico más importante de la Edad Media, pudiendo distinguirse tres fases en su desarrollo: La pre escolástica, la alta escolástica y la gran escolástica

La época medieval pre escolástica
La época medieval pre escolástica incluye a Boecio y Agustín, que fueron  influyentes en la Europa de su tiempo, hasta el final de la Edad Media (y más allá). Boecio había escrito o traducido del griego al latín algunas de las obras lógicas estudiadas en las escuelas del siglo XII, Agustín fue la influencia dominante en la teología medieval. Boecio no escribió nada directamente relacionado con la filosofía política, pero ciertamente lo hizo San Agustín.

Agustín de Hipona
Agustín (354 –430) es el filosofo más profundo que ha producido el cristianismo, su obra recoge la herencia de la antigüedad y la transmite cristianizada a la edad media. Su obra penetra en los eternos problemas del hombre y su destino. Agustín es el más importante e influyente filósofo de la época medieval, y es uno de los filósofos más importantes de todos los tiempos.

Agustín es un filósofo en el sentido original, “un amante de la sabiduría”, uno que la está buscando, en vez de uno que escribe como si la hubiese encontrado.

El gran Doctor occidental había tenido contactos con diversas escuelas filosóficas, pero todas le habían decepcionado. El Obispo de Hipona consiguió hacer la primera gran síntesis del pensamiento filosófico y teológico en la que confluían las corrientes del pensamiento griego y latino.

En él además la gran unidad del saber, que encontraba su fundamento en el pensamiento bíblico, fue confirmada y sostenida por la profundidad del pensamiento especulativo. La síntesis llevada a cabo por Agustín ha sido la forma más elevada de especulación filosófica y teológica que el Occidente haya conocido.

Su autoridad ha sido mucho más amplia, y por un tiempo mucho más largo, que la de Aristóteles, cuyo papel en la Edad Media fue comparativamente menor. En cuanto a Platón, durante mucho tiempo gran parte de su influencia se dejó sentir principalmente a través de los escritos de Agustín.

Un milenio después de su muerte, Agustín era una autoridad que simplemente tenía que ser aceptada. Él formo el pensamiento medieval y su influencia no terminó con la Edad Media. A lo largo de la Reforma, las apelaciones a la autoridad de Agustín eran comunes.

Su teoría de la iluminación se encuentra en la obra de Malebranche  y en la "luz de la naturaleza” de Descartes. Su enfoque del problema del mal y del libre albedrío humano es todavía vigente. Su fuerza era y todavía se siente no sólo en la filosofía, sino también en la teología, la religión popular, y el pensamiento político, por ejemplo, en la teoría de la guerra justa.

Su gran libro, La Ciudad de Dios, le sirvió para desarrollar todas sus ideas filosóficas, incluyendo su teoría de la significación y meta de la historia humana, en la que buscaba colocar la historia de Roma adecuadamente exponiendo desde el cristianismo la antigua idea de que el hombre es ciudadano de dos ciudades, la de su nacimiento y la ciudad de Dios.

De esta distinción hizo la clave para comprender la historia humana, dominada por la lucha entre las dos sociedades. Agustín no consideraba a las dos ciudades visiblemente separadas, sino que ambas se encuentran mezcladas, para no separarse hasta un final esjatológico.

Concebía a la iglesia como representación de la ciudad de Dios de modo que la unidad de los hombres significa la unidad de la fe cristiana bajo la dirección de la iglesia. Su pensamiento hizo indiscutible la concepción de que el estado tiene que ser cristiano, que fue la teoría del sacro Imperio Romano.

Para Agustín después del cristianismo ningún estado puede ser justo, a menos que sea también cristiano y un gobierno considerado aparte de su relación con la iglesia estaría desprovisto de justicia. De este modo, el carácter cristiano del estado estaba inserto en el principio admitido de que su finalidad es realizar justicia y derecho.

El pensamiento característico de esta época implicaba una organización y dirección dual de la sociedad humana, en la que entre ambos ordenes debe prevalecer un espíritu de mutua ayuda, que devino en la “doctrina de las dos espadas”, tradición aceptada en la primera parte de la edad media.

Después del problema central de las controversias entre las dos autoridades la creencia en la libertad dejo una huella sin la cual no se puede entender las ideas modernas de intimidad y libertad individual.

Otros pensadores cristianos

Varias han sido las formas con que los Padres de Oriente y de Occidente entraron en contacto con las escuelas filosóficas. Esto no significa que hayan identificado el contenido de su mensaje con los sistemas a que hacían referencia. La pregunta de Tertuliano: « ¿Qué tienen en común Atenas y Jerusalén? ¿La Academia y la Iglesia?», es claro indicio de la conciencia crítica con que los pensadores cristianos, desde el principio, afrontaron el problema de la relación entre la fe y la filosofía, considerándolo globalmente en sus aspectos positivos y en sus límites.

 No eran pensadores ingenuos. Precisamente porque vivían con intensidad el contenido de la fe, sabían llegar a las formas más profundas de la especulación. Por consiguiente, además de la transposición de las verdades de la fe en categorías filosóficas, hicieron mucho más. En efecto, fueron capaces de sacar a la luz plenamente lo que todavía permanecía implícito y propedéutico en el pensamiento de los grandes filósofos antiguos.

Boecio Y Tolomeo: Grabado e Rafael.

Boecio
Después de Agustín, el primer pensador filosófico fue Boecio (c. 480-524/525). Escribió  el Consuelo de la filosofía, un diálogo en cinco libros entre Boecio y "La Filosofía". Se propuso traducir la obra de Platón y Aristóteles al latín, y escribir comentarios sobre la totalidad de ese material, y luego escribir otra obra para demostrar que Platón y Aristóteles, en esencia dijeron lo mismo.

Realizo varias traducciones de los escritos lógicos griegos y los comento. Junto a todos estos escritos lógicos, tanto las traducciones y los otros, constituyen lo que más tarde llegó a ser llamada la " Lógica antigua" (= lógica vetus).

Pero básicamente, todo lo que la Edad Media supo acerca de lógica hasta mediados del siglo XII estaba contenida en estos libros. Como resultado, Boecio es una de las principales fuentes para la transmisión de la antigua filosofía griega al Occidente latino durante la primera mitad de la Edad Media.

La obra de Boecio también es importante por haber presentado el "problema de los universales" en la forma en que se discutió, sobre todo, durante la Edad Media



Juan Escoto Eriúgena
Juan Escoto Eriúgena (c. 800-c. 877), monje irlandés de la corte de Carlos el Calvo en torno al 850. En la corte carolingia, Eriúgena tradujo varias obras griegas importantes al latín, incluyendo otros escritos importantes. Eriúgena también escribió varias otras obras.

Entre sus traducciones, los Escritos de Dionisio son los más importantes e influyentes. Los escritos de Dionisio constan de cuatro tratados y una serie de diez letras. Los más importantes filosóficamente son los dos tratados de Los Nombres Divinos y de Teología Mística. A través de ellos el Occidente latino fue introducido en lo que a veces se llama "mística oscuridad", la tradición que interpreta no la experiencia mística en términos de una "visión intelectual", pero en términos de la voluntad en lugar de la inteligencia, más las tinieblas que la luz.

También es principalmente a través de estos dos tratados que la filosofía medieval, tiene el punto de vista familiar que todavía hay tres maneras de hablar acerca de Dios, tratando de decir lo que es como (a través de la afirmativa), diciendo en cambio lo que no es (a través de la negativa), y por una especie de forma "combinada" en que se habla de Dios con los predicados afirmativos, pero con algún tipo de marca de súper excellencia (a través de la eminentiae, "Dios es más que bueno, más sabio.").

Entre los escritos propios de Eriúgena, las dos más importantes fueron, en La División de la Naturaleza (Periphyseon) y Sobre la predestinación, ambos muy fuertemente influenciado por los textos neoplatónicos que Eriúgena estaba traduciendo. Ambas obras fueron condenadas. El desconocimiento de este tipo de pensamiento en la cristiandad occidental, que fue fuertemente influenciado por San Agustín, sin duda contribuyó a su reputación de ser un hereje.

La alta escolástica
La figura más descollante de esta época fue Anselmo de Canterbury (1033-1109). Considerado el primer escolástico, sus obras Monologion y Proslogion tendrán una gran repercusión posterior. En ellas se lleva a cabo una demostración de la existencia de Dios a partir de las ideas que tenemos sobre Él. Esta prueba, denominada por Kant "argumento ontológico", será duramente criticada por Tomás de Aquino y reelaborada por Descartes en sus Meditaciones metafísicas.

El clero medieval fue una eficiente clase social que desarrollo el ideal de la racionalidad con ayuda de los textos griegos, latinos y arábigos, y de la experiencia e intercambio de argumentos.  Estos, habían mostrado cómo la razón, liberada de las ataduras externas, podía salir del callejón ciego de los mitos, para abrirse de forma más adecuada a la trascendencia. En la teología escolástica, durante la época  medieval, el papel de la razón educada filosóficamente llega a ser aún más visible bajo el empuje de la interpretación anselmiana del intellectus fidei. Anselmo  acentúa el hecho de que el intelecto debe ir en búsqueda de lo que ama: cuanto más ama, más desea conocer.

La figura de Pedro Abelardo (1079-1142) destacará por la renovación de la lógica y la dialéctica y por crear el método escolástico de la quaestio, un "problema dialecticum" a partir del cual se podría construir un sistema coherente sobre el mundo y la vida. Su obra Sic et Non, desarrolla las quaestiones disputatae, en las cuales se abordaba un tema determinado al que se añadía una presentación sistemática de argumentos contrarios y su solución.

En el siglo XII, la escuela de Chartres se renueva con las figuras de San Bernardo ( 1124), Thierry de Chartres, Bernardo Silvestre y Juan de Salisbury. Influenciados por el platonismo, el estoicismo y la ciencia árabe y judía, su interés se centró fundamentalmente en el estudio de la naturaleza y en el desarrollo de un humanismo que entrará en conflicto con las tendencias místicas de la época representadas por Berrnardo de Claraval (1091-1153). Hugo de San Victor, sin embargo, llevará a cabo una conciliación entre misticismo y escolasticismo, siendo además el primero que escribió una Summa teológica en la Edad Media.

Juan de Salisbury
El Polycráticus constituye el primer intento medieval de estudiar la filosofía política en forma extensa y sistemática y es el único libro que trata estos temas antes de que se conociera las traducciones de Aristóteles.

Según Juan de Salisbury, existe también una verdad objetiva e inmutable, cuyo origen es Dios, accesible a la razón humana y que atañe a la actuación práctica y social. Se trata de un derecho natural, en el que las leyes humanas y las autoridades políticas y religiosas deben inspirarse, para que puedan promover el bien común.

Esta ley natural se caracteriza por la "equidad", la atribución a cada persona de sus derechos. De ella surgen  preceptos que son legítimos para todos los pueblos, y que no pueden ser eliminados. Esta es la tesis central del Polycráticus, el tratado de filosofía y de teología política, en el que Juan de Salisbury reflexiona sobre las condiciones que hacen justa y permitida la acción de los gobernantes.

En la concepción de Juan de Salisbury la ley constituye un vínculo omnipotente en todas las relaciones humanas, incluso la que existe entre el gobernante y los gobernados.

Continúa con La Gran Escolástica : El pensamiento tomista, la ley, el imperio, el derecho romano, el estado, Marsilio y Ockam.

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