30 de agosto de 2009

EL TRADICIONALISMO DE LOUIS GABRIEL, VIZCONDE DE BONALD (1754 - 1840).


Complemento información sobre el tradicionalismo de: José de Maistre, Roberto Lammennais, Vicente Gioberti, Antonio Rosmini Serbati y en España, de Juan Donoso Cortés.

LOUIS GABRIEL, DE BONALD fue un Político, filósofo, y escritor francés, exponente del pensamiento católico tradicionalista en los años posteriores a la Revolución Francesa. Aristócrata que defendió como De Maistre la teocracia y el tradicionalismo contra las ideas imperantes en el siglo XVIII, especialmente el ateísmo, al que consideraba germen seguro de una revolución que acabaría con toda relación con Dios. La defensa del innatismo de las creencias religiosas en Bonald viene motivada por la situación de Dios como fundamentación de toda articulación socio-política.

Ferviente monárquico y católico, Bonald se convirtió en la voz principal de los ultra-legitimistas. En sus numerosas obras atacó la Declaración de los Derechos del Hombre, el contrato social de Rousseau y las innovaciones político-sociales de la Revolución, para abogar por la vuelta a la autoridad de la monarquía y de la religión.

Bonald es considerado el "jefe de filas" del tradicionalismo. Para él, la sociedad encontraba su origen en el poder, que venía de Dios. La monarquía preexistía a la sociedad, pues ella la constituía y la conservaba por su sola existencia. Asimismo, el lenguaje, las artes y el conocimiento habían tenido origen en una revelación primitiva de la divinidad.

La doctrina de Bonald ayudó a sustentar el proceso de Restauración que experimentó Europa entre 1814 y 1848 y el resurgimiento del Papado en el siglo XIX, luego de la tormenta de la Revolución. Louis de Bonald es además uno de los precursores de la sociología.

Bonald fue uno de los principales escritores de la escuela tradicionalista, o teocrática que incluía a de Maistre, Lamennais, Ballanche y al barón Ferdinand d'Eckstein. Sus escritos son principalmente de filosofía social y política, y se basan en última instancia en un gran principio, el origen divino del lenguaje. En sus propias palabras, "L'homme avant sa pense la libertad condicional de parler sa pensée" (el hombre piensa su discurso antes de decir su pensamiento), el primer idioma que contenía la esencia de toda verdad. De esto deduce la existencia de Dios, el origen divino y la consecuente autoridad suprema de las Sagradas Escrituras, y de la infalibilidad de la iglesia.

Si bien este pensamiento está en la raíz de todas sus especulaciones, hay una fórmula de aplicación constante. Todas las relaciones pueden establecerse como la tríada de la causa, los medios y el efecto, que él ve repetido en toda la naturaleza. Así, en el universo, se encuentra la primera causa como el motor, el movimiento como medio, y los organismos como el resultado, en el estado, el poder como la causa, los ministros como los medios, y los sujetos como los efectos, en la familia, la misma relación se ejemplifica con el padre, la madre y los hijos. Estos tres términos mantienen relaciones específicas entre sí: la primera es a la segunda como la segunda a la tercera. Así, en la gran tríada del mundo religioso - Dios, el Mediador, y el Hombre - Dios es el Dios-Hombre como el Dios-Hombre es para el hombre. Sobre esta base, construyó un sistema de absolutismo político.

Lineas maestras del pensamiento de De Bonald

Link a la Santa Alianza, hoja de ruta de un católico, apostólico, romano y carlista.

29 de agosto de 2009

El conservadurismo de Joseph-Marie, Conde de Maistre


Joseph-Marie, Conde de Maistre [1753-1821]

Escritor, filósofo francés, nació en Chambéry, en Saboya, en 1753, cuando Savoya no pertenecía a Francia. Fue enemigo de la ideología liberal de la Revolución de 1789 y de la Ilustración, defendió el absolutismo monárquico y el ultramontanismo. Es autor de Consideraciones sobre Francia (1796), Ensayo sobre el principio generador de las constituciones políticas (1814), Sobre el papa (1819) y Sobre la Iglesia galicana (1821).

En una época en donde dominan las ideas revolucionarias, el conde De Maistre defiende la religión católica, al papa y a la ley. De formación jesuita, es desde 1803 embajador del rey de Cerdeña en la corte imperial rusa. Sus obras Sobre el papa (1819) y Veladas de San Petersburgo (1821) alcanzaron celebridad.

De Maistre es un convencido de que la filosofía debe reconocer el el hecho del pecado original, si quiere entender y juzgar rectamente la historia y la sociedad. Rechaza toda teoría que haga derivar del pueblo la potestad politica; según el, todo poder, hasta el político, proviene de Dios. (Ensayo sobre el principio generador de las constituciones políticas, 1810).

Junto con De Bonald y otros escritores franceses constituye el grupo de los conservadores que reaccionan contra la revolución, cuyo orígenes los ve en Bacon y Locke, como sistematizadores del racionalismo.

Se puede considerar a de Maistre, junto con el estadista anglo-irlandés Edmund Burke, como uno de los padres del conservadurismo europeo. Desde el siglo 19 sin embargo, su concepción del "trono y el altar" del conservadurismo providencial y autoritario ha disminuido en comparación con el conservadurismo más pragmático de Burke. Su brillantez estilística y retórica, por el contrario, lo convirtió en un escritor y polemista popular.

La crítica de De Maistre a la Ilustración, especialmente en su racionalismo, lo convirtió en un atractivo contracultural. Por ejemplo, el poeta Charles Baudelaire se declaró discípulo de la lucha del contra revolucionario Saboyano.

Émile Faguet describió a de Maistre como un absolutista feroz, un teócrata furioso, un legitimista intransigente, un apóstol de una trinidad monstruosa compuesta por el papa, el rey y el verdugo, siempre y en todo campeón del más difícil, estrecho y más inflexible dogmatismo, como una figura oscura de la Edad Media, parte médico letrado, parte inquisidor, y parte verdugo.

Isaiah Berlin en su Libertad y su Traición considera sus escritos como "el último esfuerzo desesperado del feudalismo... para resistir la marcha del progreso". En su conferencia Los dos enemigos de la Ilustración, lo describe como un hombre enojado, sin embargo, en su ensayo El erizo y el zorro Berlín reconoce su influencia en la filosofía de la historia de Tolstoi en la novela La Guerra y la Paz.

Pat Buchanan en su libro Estado de Emergencia describe a De Maistre como un "gran conservador". Cuando Jonah Goldberg ataca a de Maistre por estar en desacuerdo con la idea de que "la humanidad es universal" y por afirmar que "trascender la identidad de uno en particular era imposible", Paul Gottfried describió el intento de Goldberg de vincularlo a la política moderna de la identidad afro-americana como deshonesto y / o estúpido. Gottfried también escribe que lo que plantea Goldberg es una forma de imperialismo de izquierda que se remonta a Robespierre y a los jacobinos de Francia.

Goldberg ha desempolvado la plataforma de la izquierda revolucionaria francesa y el mal llamado conservadurismo que, teniendo un conservador reconocido, De Maistre, lo asigna a una versión neoconservadora de la perdición eterna. Podría ser adecuado preguntarse ¿por qué creer que quienes piensan así son los verdaderos conservadores?.

Referencias:
Bertrin, G. (1910). Joseph-Marie, Comte de Maistre. In The Catholic Encyclopedia. New York: Robert Appleton Company.

Texto de la Universidad Complutense de Madrid: Joseph de Maistre: Entre la Revolución y la guerra:

Trabajos de De Maistre en Inglés:
Ver: artículo de René Guénon

27 de agosto de 2009

La nueva ciencia de la política. Eric Voegelin

Percy C. Acuña Vigil
Eric Vöegelin

Este es un resumen de la Introducción al libro “La nueva ciencia de la política” de Eric Voegelin, publicado en 1952. [Las Conferencias Walgreen de 1951 que originalmente se titularon La Verdad y la representación.]

Introducción

La teoría política y la filosofía de la historia

Para el autor una teoría de la política debe ser una teoría de la historia. Estas conferencias vinculan los dos temas explorando:

- La naturaleza de la "representación", por la cual una sociedad valida su existencia para la acción
- Los símbolos por los que las sociedades políticas se interpretan a sí mismos como representantes de la verdad trascendental
- Cómo estos símbolos forman una sucesión de fases inteligibles en la historia.
El autor sostiene que Platón, relaciono la filosofía y la historia cuando fundó la ciencia política en un momento de crisis. La ciencia política se expande hasta su punto máximo durante esos momentos. En la historia occidental, a gran escala, las tres grandes crisis han sido:

* La crisis helénica, cuando Platón y Aristóteles fundó la ciencia política.
* La crisis de Roma y el cristianismo, cuando Agustín escribió La Ciudad de Dios.
* La crisis moderna, comenzando con la filosofía hegeliana del derecho y de la historia.

El autor hace referencia a muchas crisis intermedias y a restauraciones de la ciencia política, como por ejemplo el trabajo de Jean Bodin en el siglo 16. Para Voeglin "Restauración" significa un retorno a la conciencia de los principios, no al contenido de los intentos anteriores.

La destrucción de la ciencia política a través del positivismo
El autor explica que la ciencia fue destruida por el positivismo en la última mitad del siglo 19.
Hipótesis positivista
1. Todas las ciencias deben emular la matematización de las ciencias naturales
2. Los métodos de las ciencias naturales son el criterio de relevancia teórica.

El primer supuesto habría sido un fracaso inofensivo, pero combinado con el segundo, determino las siguientes afirmaciones:
- Un estudio de la realidad es científico sólo si utiliza los métodos de las ciencias naturales.
Las cuestiones metafísicas no son licitas en el campo científico.
- Los contextos del ser no explorables por los métodos científicos elegidos son irrelevantes o inexistentes.

La subordinación de la pertinencia al método
Para el autor hacer del Método el criterio para la elaboración de la ciencia confunde medios y fines, y pervierte la ciencia. La ciencia es la búsqueda de la verdad en diversos ámbitos del ser y para diferentes objetos requiere de medios de investigación diferentes. El positivismo no tiene en cuenta esta verdad elemental.

Explica que la ciencia comienza con la existencia pre-científica del hombre y con su participación en la realidad con su cuerpo, alma, intelecto y espíritu. Sostiene que la idoneidad de los métodos de investigación sólo puede ser juzgada al final de la investigación. Las conclusiones deben ser coherentes con la experiencia precientífica de la realidad.

Afirma que es importante distinguir el principio general de subordinación de la importancia para el método de su manifestación concreta en el positivismo. Debido a que esta distinción no se ha hecho, no se ha realizado todavía estudio adecuado del positivismo.

La naturaleza del positivismo
Voeglin explica que el positivismo no puede ser definido como la doctrina de un pensador específico. Comenzando con el impacto emocional del sistema de Newton y el rastreo de sus efectos. Se debe tener en cuenta que la aplicación efectiva de los métodos de la física y de las matemáticas a las ciencias sociales casi nunca se ha intentado (con excepción de los aspectos de cuantificación de los fenómenos sociales).

Las manifestaciones del positivismo
1. La acumulación de hechos irrelevantes
2. La mala Interpretación de los hechos pertinentes
3. El Desarrollo de la metodología.

1. La acumulación de hechos irrelevantes
El uso del método como el criterio de la ciencia suprime su relevancia teórica. Los hechos son promovidos al estatus de la ciencia, independientemente de su pertinencia. Sostiene el peligro de incluir trivialidades, pero que sin embargo algunos análisis útiles se pueden producir.

2. Mal Interpretación de los hechos pertinentes
El autor sostiene que esta ocurre por la selección y la interpretación de los hechos sin fundamento teórico adecuado. Los materiales acumulados a través de estos esfuerzos a veces son valiosos, pero la opinión (doxa) no puede sustituir a la teoría de la ciencia.

3. El desarrollo de la metodología
Para Voeglin el desarrollo de la metodología, sobre todo desde 1870 hasta 1920, contribuyó a superar el positivismo, ya que recuperó el conocimiento de la adecuación de los métodos diferentes para las diferentes ciencias. Ejemplos:

* La crítica de Husserl al psicologismo.
* La filosofía de Cassirer de las formas simbólicas.

Uno de los problemas pertinentes a la destrucción de la ciencia política: el intento de hacer que el objetivo de las ciencias sociales por la exclusión de los "juicios de valor".

La objetividad a través de la exclusión de los juicios de valor
El autor argumenta que la presunción positivista es que las proposiciones relativas a los hechos del mundo de los fenómenos se "objetivan", mientras que los juicios sobre el orden correcto del alma y la sociedad son "subjetivos" y científicamente inválidos.

Voeglin explica que como parte de la ontología, las ciencias clásica y cristiana del hombre, exponían, tanto empírica como críticamente, los problemas de orden que se derivan de la antropología filosófica, pero que cuando la ontología como ciencia perdió este campo del conocimiento se convirtió en sospechosa, de opinión subjetiva y acrítica.
Sostiene que cuando finalmente, los "valores" se convirtieron en axiomas indiscutibles, las ciencias se hundieron en el relativismo, porque los científicos eran libres de elegir los valores que ellos consideraban pertinentes.

La posición de transición de Max Weber
El autor explica que la Metodología de la ciencia política llegó a su fin en la obra de Max Weber.

La ciencia libre de valores de Weber

Explica que el enfoque weberiano se baso en:
* La exploración de causas y efectos
* La construcción de tipos ideales
* La construcción de las relaciones de causalidad típicas.

Afirma que Weber fue más allá de la metodología, pero que no pudo lograr la contemplación del orden, porque los "valores" no fueron objeto de una evaluación crítica.

La demonología de los valores
El autor sostiene que Weber creó la categoría de "demoníaco", para aplicarla a los “valores”, los ideales ordenadores de la acción política, pero más allá de la argumentación racional y de la "responsabilidad". Argumenta que la ciencia podía abordarlos haciendo que los políticos sean conscientes de las consecuencias de sus acciones cuando son motivadas por esos “valores”. Sus razones pragmáticas. Explica que la implicación de que la política se había convertido en un campo de desorden y de trastornos es un aspecto ignorado de su trabajo.

Las contradicciones en la posición de Weber
Voeglin se pregunta ¿Cuál es el punto de la enseñanza de la ciencia política, cuando los valores motivantes están más allá la ciencia? Si los estudiantes revisaron sus valores en respuesta al conocimiento de sus consecuencias, entonces los valores no serian demonicalmente fijos. Una apelación al juicio implica que la ciencia no está libre de valores.

Weber enseñaba por vía indirecta:
1. No formula ningún principio de orden.
2. Confiaba en la vergüenza del alumno [la aidos aristotélica] para tratar de cambiar los valores de demoniacales fijos.

El autor se pregunta sin embargo, ¿qué pasaría si los estudiantes fueran más allá de la vergüenza? ¿O si estos consideran que las buenas intenciones justifican sus acciones? ¿Podría tal "ética de la intención" ser la causa de los valores demoníacos, atribuyéndose la calidad de una orden divina?

La reintroducción de los valores
Argumenta que una ciencia objetiva de la política era incompatible con los valores indiscutibles. Weber no podía admitir una ciencia del orden, pero podría utilizar gran parte de su contenido en términos de los hechos históricos de sus expresiones y de sus factores causales. Tales hechos invalidarían ciertos valores demoníacos. El no considera que esto establezca una norma de objetividad en la ciencia, contrariamente a la postura libre de valores. Sostiene que la demonología de los valores implica una buena parte de ignorancia.

El tabú de la metafísica clásica y cristiana
El autor explica que Weber no publicó los estudios de pre-Reforma del cristianismo o de la filosofía griega. Si lo hubiera hecho, habría tenido que invalidar las reivindicaciones de la ciencia de Platón, Aristóteles y Santo Tomás, que habría sido un esfuerzo contraproducente, y al respecto sostiene que en el momento que un crítico entiende la metafísica, se ha convertido en un metafísico.

Sociología: la fuga positivista de la ciencia del orden.
El autor sostiene que Weber fue el último de los grandes sistemas positivistas, pero con matices de pesar por la pérdida del encanto divino [Entzauberung und Entgöttlichung] y del triunfo del racionalismo. Al igual que Nietzsche, se quejó de que su alma no estaba en sintonía con lo divino, pero a diferencia de Nietzsche, no participó en la revuelta trágica contra de Dios.
La restauración de la ciencia política
Para el autor después de Weber, el camino a la restauración de la ciencia política era redescubrir la racionalidad de la metafísica y de la antropología filosófica en particular.

Los obstáculos y el éxito
El trabajo de Voegelin muestra la dificultad de la restauración, y que es un trabajo todavía en curso. Pone como Ejemplo: que el "progreso" de la ciencia ha sido realmente un aumento de la irracionalidad, y que las tendencias a la exploración sociológica de los movimientos totalitarios como nuevos mitos o religiones mostrarían a los progresistas como irracionalistas regresivos.
Sin embargo Voeglin sostiene que el curso de restauración de la ciencia política se ha llevado a cabo y que se establecieron las bases de una nueva ciencia del orden.

22 de agosto de 2009

Ideólogos de la llamada Nueva Derecha


Robert Steuckers:

Es un pensador político belga. Steuckers se adhirió al GRECE, movimiento intelectual europeísta, que lanzará a los ideólogos de la llamada Nueva Derecha. En 1981 abandona esta organización y funda el grupo EROE (Etudes, Recherches et Orientations Européennes), y la revista Vouloir en 1983. En los años 1989 a 1992, Steuckers se reaproxima de GRECE, aumentando sus actividades en Francia y Bélgica.

Abandona la colaboración con GRECE en 1992 y funda el grupo Synergies Européennes, red europeísta que contará igualmente con una efímera sección portuguesa. Steuckers publica entonces un informativo bimensual titulado Nouvelles de Synergies européennes, publicación metapolítica que quiere profundizar los ideales de la Nueva Derecha. En el 2003 este grupo dejó de editar sus publicaciones.

En el campo de la praxis política Robert Steuckers se desdobla en actividades diversas, junto del Vlaams Blok, partido belga que lucha por la independencia de Flandres, de Agir, un pequeño partido francófono de Valonia, así como fue cofundador de la plataforma Bruxelles-Identité-Sécurité, un movimiento que tenía por objetivo reunir apoyos a favor del Vlaams Blok junto a la comunidad francófona. Suma a todo esto los coloquios y cursos de formación administrados por Robert Steuckers para las organizaciones paralelas al Vlaams Blok.

Adjunto links a artículos de Steuckers



Comunicaciones presentadas en el Primer Encuentro de la América Románica de Política y Cultura Alternativas. (Viña del Mar, Agosto -Septiembre de 1996).




Introducción a la obra de Ludwig Ferdinand Clauss (1892-1974): Robert Steuckers


GRECE: El Groupement de recherche et d'études pour la civilisation européenne (Grupo de Investigación y Estudio para la Civilización Europea), también conocida como GRECE (acrónimo frances de "Grecia") es un grupo de invetigaciones etnonacionalista fundado en 1968 por el periodista y escritor Alain de Benoist. Fue una idea de los líderes del grupo Nouvelle Droite.
GRECE se distingue de otras organizaciones conservadoras y tradicionalistas ya que se ocupa principalmente en el interés por las culturas germanas y nórdicas, rechazando el cristianismo y el monoteísmo y abogando por el regreso del paganismo.

Alain de Benoist:
Vlaams Blok,:

El identitarismo representa una corriente del nacionalismo europeísta que surgió a finales del siglo XX sobre la influencia de pensadores e ideólogos como Robert Steuckers, Guillaume Faye, Pierre Vial, entre otros, diferenciándose en términos ideológicos y de doctrina política de los movimientos nacionalistas tradicionales, aproximándose por consiguiente, en término comparativos a la corriente völkisch alemana de inicio del siglo XX.


Völkisch
El término völkisch puede ser considerado literalmente intraducible para el español (la palabra "volk" significa "pueblo", pero la ideal "völkisch" está más allá del simple concepto "popular" y engloba al pueblo en aquello que él tiene como más trascendente, como más sagrado).

El antropólogo Hans F.K. Günther presenta la siguiente definición: "Völkisch" fue para mí y continúa siéndolo, la visión aristocrática que está en la búsqueda de los medios propios de forma de provocar un total renacimiento nacional basado en la herencia y en pro de hombres libres". (Mon témoignage sur Adolf Hitler, Pardès, Puiseaux, 1990, p. 9).

Francis Bertino indica que dicho término conecta al mismo tiempo las ideas de "pueblo, nación y comunidad". Y que tiene por consiguiente un significado comunitario y orgánico muy marcado. (Francis Bertino, "Esotérisme et vision de la race dans le courant Volkische (1900-1945)"

20 de agosto de 2009

Panajotis Kondylis: Decisionismo descriptivo.


(Παναγιώτης Κονδύλης, (1943 - 1998), fue un "filósofo" / escritor griego (incluso historiador de las ideas), que escribió principalmente en alemán, además de traducir la mayor parte de su trabajo al griego. Puede ser ubicado en la tradición del pensamiento de Tucídides, Nicolás Maquiavelo, Carl von Clausewitz y Max Weber.

Pensadores como Michel de Montaigne, Thomas Hobbes, Montesquieu, Baruch Spinoza, Julien Offray de La Mettrie, Marqués de Sade, Karl Marx, Friedrich Nietzsche, Carl Schmitt y Raymond Aron fueron referencias importantes en su pensamiento, a pesar de las diferencias que tuvo con algunos de estos escritores. Kondylis afirmó ser "científico" en el sentido de la escritura "descriptiva" en lugar de "prescriptiva o "normativa".

Definió su perspectiva filosófica como "decisionismo descriptivo" y produjo un cuerpo de trabajo basado en referencias directas a las fuentes primarias en no menos de 6 idiomas (griego, latín, alemán, francés, italiano e inglés). No tuvo tiempo para lo que él consideraba "moda intelectual" y lenguaje ampuloso utilizado para camuflar incoherencias lógicas y la falta de conocimiento de primera mano de las fuentes primarias.

Panajotis Kondylis y la obsolescencia del conservativismo.
Paul Gottfried
[Traducción de PAV]
Panajotis Kondylis puede ser considerado como uno de los grandes pensadores conservadores de nuestra época. En las quinientas páginas de su obra sobre el conservadurismo (1986) analiza su contenido y su declive histórico. Para Kondylis, el conservadurismo ya había disminuido en el siglo pasado como una importante fuerza política. Considera que fue el ideal de una sociedad jerárquica, esencialmente medieval defendido por aristócratas y por sus seguidores intelectuales. Kondylis explica que lo que los norteamericanos en general han presentado como los valores conservadores, pertenece al "mundo del pensamiento burgués."

Considera que las construcciones históricas de los tradicionalistas norteamericanos han sido en su mayoría los intentos de "exaltar un antiguo legado conceptual y un largo camino de vida sin sentido en contra de los desarrollos más nuevos en la dirección de una democracia de masas consumistas." [1] Kondylis cita a Russell Kirk y a los estados Agrarios del Sur como ejemplos de esta tendencia a evocar un pasado ideal orgánico en una sociedad que siempre ha estado más cerca de la democracia de masas que del tradicionalismo Europeo.

Kondylis se identifica con el marxismo, entendido en términos amplios. En un ensayo reciente, "El marxismo, el comunismo y la Historia del siglo XX", ofrece esta reveladora opinión: "El proyecto social planetario del comunismo fracasó no por causa de la inferioridad moral o económica, sino porque el poder nacional de Rusia se encontró con el superior poder nacional de los Estados Unidos. " Además, "Nunca antes la visión marxista de la historia había sido tan real y actual como lo es ahora en la fase inicial de una historia planetaria," particularmente en la determinación de las relaciones sociales y las "ideologías" que ellas tomen [2]. En mi correspondencia con él, Kondylis revela que, a diferencia de mí, "él está mucho más cerca de Marx que a [el pensador alemán jurídico] Carl Schmitt." [3] Su análisis detallado de la clase social y de la conciencia ideológica que se refleja en la cultura apunta a volver a Marx y al intérprete marxista de la historia de los intelectuales del siglo XX, George Lukacs. Estas conexiones las subraya Kondylis siempre que puede.

Su transparente aversión para con los Estados Unidos y su actual devoción a los "derechos humanos" puede [afectar algunos sentimientos norteamericanos]. Kondylis reduce la fe en la democracia de Norteamérica y en los derechos universales a un instrumento del poder nacional.

En un escrito cáustico para el Frankfurter Rundschau (18 de agosto de 1996), "Derechos Humanos: La confusión conceptual y la instrumentalización política", señala que los Estados Unidos hablan de los derechos humanos en el contexto de los asuntos internacionales, no como un sustituto de sus propias leyes nacionales que aún distinguen entre ciudadanos y no ciudadanos: "Ningún Estado puede conceder a toda la humanidad los mismos derechos - por ejemplo, los derechos de residencia y de votación - sin dejar de existir." Para el gobierno Norteamericano, "los derechos humanos son un instrumento político en un contexto planetario cuya densidad requiere el uso de ideologías universalistas; dentro de este marco, sin embargo, las grandes naciones continúan determinando la interpretación vinculante de las mismas construcciones." [4] Kondylis [formula críticas] no sólo a los estadounidenses por lo que percibe como su hipocresía política, sino por su mentalidad consumista. Ha editorializado contra el efecto corruptor del hedonismo americano, el que piensa que ahora esta infectando a los europeos.

1. Panajotis Kondylis, Konservativismus: Geschichtlicher Gehalt und Untergang (Stuttgart, 1986), 51.
2. Panajotis Kondylis, "Marxismus, Kommunismus und die Geschichte des 20. Jahrhunderts" in Der Marxismus in seinem Zeitalter (Leipzig, 1994), 25, 33.
3. Letter from Kondylis dated February 14, 1997.
4. "Menschenrechte, begriffliche Verwirrung und politische Instrumentalisierung," Frankfurter Rundschau, August 18, 1996, 12.

El artículo completo de Paul Edward Gottfried se encuentra en:
http://es.geocities.com/sucellus23/908.htm

Paul Edward Gottfried (* 1941) es profesor de Humanidades en la cátedra Raffensperger en el Elizabethtown College, de Elizabethtown, Pennsylvania, y es un destinatario de beca Guggenheim. Es un investigador académico del Instituto Ludwig von Mises.

Coda:
Gran parte de las contribuciones histórico-teóricas de Kondylis han tratado de demostrar la obsolescencia de las distinciones políticas e ideológicas heredadas. Este tema se desarrolla a través de su reciente trilogía, que traza el aumento y la expansión de la gestión democrática del Estado. Su tercer libro intenta definir el conservadurismo en América en el cuál aborda el surgimiento del " valor del conservadurismo " de una manera muy crítica. En este trabajo sostiene que la tradición surge de las prácticas intergeneracionales de las comunidades y que no tiene nada que ver con la venta ambulante de los valores privilegiados por los talk shows y por los periodistas.

Kondylis en sus tesis, argumenta desde la posición de su trabajo: “La Ilustración en el contexto del racionalismo moderno” (1981), en el que proporciona una nueva interpretación de la época de la Ilustración, con especial énfasis en el carácter polémico de la filosofía en general y de la filosofía de la Ilustración, en particular.

A partir de este trabajo, crea una visión del mundo filosófico como el Aufklärungsrationalismus, la oposición polémica contra una visión del mundo que precedió a él, como el del racionalismo cartesiano. De esta oposición, y no tanto de la lógica del desarrollo de la cosa misma, puede considerarse que Kondylis entiende todas las decisiones de base conceptuales de la época de la Ilustración.

Pagina web de Kondylis:
http://www.kondylis.net/

Pagina Web con sus trabajos en PDF

Artículo de crítica al conservadurismo liberal

Entrevista a Robert Steuckers sobre "La nueva derecha"

Bibliografía básica:
• Die Entstehung der Dialektik. Eine Analyse der geistigen Entwicklung von Hölderlin, Schelling und Hegel bis 1802. Stuttgart: Klett-Cotta, 1979. 729 S.
• Die Aufklärung im Rahmen des neuzeitlichen Rationalismus. Stuttgart: Klett-Cotta, 1981. 725 S.
• Macht und Entscheidung. Die Herausbildung der Weltbilder und die Wertfrage. Stuttgart: Klett-Cotta, 1984. 129 S.
• Konservativismus. Geschichtlicher Gehalt und Untergang. Stuttgart: Klett-Cotta, 1986. 553 S. • Theorie des Krieges. Clausewitz - Marx - Engels - Lenin. Stuttgart: Klett-Cotta, 1988. 328 S. • Die neuzeitliche Metaphysikkritik. Stuttgart: Klett-Cotta, 1990. 614 S.
• Der Niedergang der bürgerlichen Denk- und Lebensformen. Die liberale Moderne und die massendemokratische Postmoderne. Weinheim: VCH-Verlagsgesellschaft, 1991

19 de agosto de 2009

Leszek Kołakowski, un filósofo en busca de la verdad


Firmado por Josemaría Carabante
Fecha: 21 Julio 2009
Leszek Kołakowski nació en Radom (Polonia) en 1927 y ha sido uno de los filósofos polacos más importantes del siglo XX. Alcanzó cierto renombre internacional con la publicación a finales de los años setenta de un exhaustivo estudio sobre el marxismo y sus derivaciones filosóficas y políticas (Las principales corrientes del marxismo). En tres gruesos volúmenes, el filósofo polaco ajustaba cuentas con la ideología que le había cegado tras la II Guerra Mundial, cuando se afilió al Partido Comunista de su país. Lo cierto, sin embargo, es que muy pronto inició un proceso de desmitificación que le condujo a desconfiar de un régimen marcado por su carácter antidemocrático y sustentado en una ideología con presupuestos filosóficos insostenibles.

Considerado primero como un revisionista, las autoridades polacas comenzaron a recelar de aquel intelectual heterodoxo que cada vez con más éxito criticaba la falta de libertades y el anquilosamiento del sistema comunista polaco. No es de extrañar que decidieran actuar contra este personaje hostil e incómodo para el régimen: en 1968 fue expulsado del partido y despojado de su cátedra de Historia de la Filosofía en Varsovia. Acompañado de su esposa, Kołakowski se exilió y recaló, primero, en la Universidad de Berkeley y, más tarde, en Oxford, donde finalmente falleció el pasado 17 de julio.

Las principales corrientes del marxismo, considerada su obra más importante, fue en su momento un boom: frente a la interpretación oficial, que sostenía que el estalinismo constituía una degeneración o forma impura de la doctrina original de Marx, Kołakowski concluía que los regímenes totalitarios comunistas no eran una falsificación ideológica del marxismo, sino una consecuencia lógica de su sistema filosófico. Además de repasar los elementos más problemáticos de esta filosofía, en particular su determinismo histórico, Kołakowski realizaba un minucioso recorrido por las transformaciones del pensamiento marxista, desde sus orígenes en Marx y Engels, hasta el comunismo francés de finales de los sesenta, pasando por la Escuela de Frankfurt y el comunismo chino. Todavía hoy Las principales corrientes del marxismo sigue siendo un libro fundamental para comprender la trascendencia histórica y filosófica del marxismo.

Tensión especulativa

Su evolución hacia posturas políticas más liberales y su compromiso con la democracia y los derechos humanos se acentuaron durante su estancia en Oxford, donde trabó amistad con intelectuales de la talla de Isaiah Berlin, entre otros. Kołakowski supo asimilar la tolerancia y el realismo político británico, sin por ello renunciar a sus profundos anhelos por mejorar la situación política y social. Como Berlin, consideraba que la política debía favorecer el compromiso y el equilibrio entre valores contrapuestos. Y afirmaba que aunque las utopías tenían sus funciones, “deberían seguir siendo eso: utopías”. No dudó apoyar en su momento la lucha contra el régimen comunista de Polonia que inició Wałęsa con el sindicato Solidaridad, a principios de los ochenta.

Kołakowski nunca se consideró a sí mismo como un filósofo político en el estricto sentido de la palabra. Es verdad que el resto de su producción intelectual ha sido en ocasiones dejado de lado frente a la magnitud y altura de su libro sobre el marxismo. Sin embargo, en una de sus últimas entrevistas, confesaba que no consideraba esta obra como la más importante.

La mayoría de sus ensayos se inscriben dentro de la historia de las ideas (La filosofía positivista, Las preguntas de los grandes filósofos) y en el campo de la filosofía de la religión (Si Dios no existe). Se caracterizan por la amenidad, la erudición y, sobre todo, la tensión especulativa. Se opuso por igual al positivismo como a aquellas tendencias filosóficas que proponían abandonar la pretensión de alcanzar verdades definitivas. Con mirada esperanzadora, trabajó por devolver a la filosofía lo que consideraba que era su misión original: la posibilidad de hacerse permanentemente preguntas sobre el sentido del mundo, pero teniendo en cuenta que la búsqueda de la verdad exige en principio su existencia. Su último libro, Las preguntas de los grandes filósofos (ver Aceprensa 8-04-2009) es una buena muestra de su concepción filosófica.

La religión ocupa un lugar destacado en su trayectoria; no en vano, en Si Dios no existeindicó que el problema principal del ateísmo racionalista es su falta de comprensión del fenómeno religioso y el peligro de divinizar el poder del hombre. Entendía que las creencias religiosas eran una “parte irremplazable” de la cultura porque en ellas se condensan algunas de las respuestas que la humanidad ha dado a la pregunta por el sentido y la finalidad de la existencia. De hecho, afirmaba que las normas morales adquieren su validez en contextos religiosos y que la diferencia entre bien y mal le viene ya dada al hombre. “Si lo que buscamos son respuestas reales a las preocupaciones más reales de los seres humanos –decía–, entonces podemos hallarlas en la religión.Necesitamos creer que la vida humana tiene un sentido. Pero no encontramos ese sentido en ningún otro empeño si no es en las tradiciones religiosas” .

(Pura Sánchez Zamorano, “Entrevista a Leszek Kołakowski”, Cuadernos de Pensamiento Político 22, abril-junio 2009).

Karl Löwith (1897 - 1973)


Fue un filósofo judío-alemán, estudiante de Heidegger. Al igual que la mayor parte de sus colegas de profesión dejó Alemania durante la epoca del Nazismo. Paso cinco años (1936-1941) en Japón, pero regresó en 1952 para enseñar como profesor de filosofía en Heidelberg.

Él es probablemente más conocido por sus dos libros De Hegel a Nietzsche, que describen la decadencia de la filosofía clásica alemana, y su ignificado en la Historia, que trata de la problemática relación entre la teología y la historia. Para Löwith el argumento del Significado de la Historia es que la vistión de la historia occidental es confusa por la relación entre la fe cristiana y la visión moderna, que no es ni cristiana ni pagana.

Löwith describe esta relación haciendo referencia a historiadores famosos y a filósofos occidentales, que incluyen a Burckhardt, Marx, Hegel, Voltaire, Vico, Bossuet, Agustín y Orosius. La conciencia histórica moderna, según Löwith, se deriva de la cristiandad. Sin embargo señala que los cristianos no son un pueblo histórico, ya que su visión del mundo se basa en la fé. Esto explica la tendencia de la historia (y la filosofía) a una visión escatológica del progreso de la humanidad.

 BIOGRAFIA:



Karl Löwith (Múnich, Alemania, 9 de enero de 1897 - Heidelberg, Alemania, 26 de mayo de 1973), fue uno de los primeros discípulos de Heidegger `y luego uno de sus más agudos críticos, a quien conoció a través de E. Husserl en Friburgo, por los años veinte. Löwith abandonó Alemania en 1936 a causa de su origen judío. Vivió durante algunos años en Japón, donde resultó fascinado por la relación de la filosofía zen con una nada no originada en el nihilismo. En 1941 se trasladó a los Estados Unidos, y regresó luego a Alemania, donde enseñó en la Universidad de Heidelberg. Löwith considera el desarrollo del pensamiento europeo como un proceso de secularización de la visión teológico-bíblica de la historia, caracterizada a su vez por la esperanza de un `futuro escatológico-.

Para distanciarse de la violencia del logos occidental, Löwith se orienta a una naturaleza no considerada como historia, destino ni creación, y en la que la muerte es una componente ante la cual el sujeto no encuentra su autenticidad. `Historia del mundo y salvación` es sin duda la obra mayor de Karl Löwith, la que ejerció la influencia más duradera sobre la filosofía política en tanto es una de las fuentes principales de un tema central en el debate contemporáneo: el de la secularización. Obra singular, estrechamente ligada con el destino personal de su autor, fue publicada por primera vez en los Estados Unidos, en 1949, bajo el título `Meaning in History`.


Historia del mundo y salvación
Los presupuestos teológicos de la filosofía de la historia
Weltgeschichte und Heilsgeschehen.

Die theologischen Voraussetzungen der Geschichtsphilosophie
traducción: Norberto Espinosa

Diez años posterior a De Hegel a Nietzsche, que fue concluido en Japón en momentos en que se iniciaba la Segunda Guerra Mundial. El propósito obvio de la obra está indicado por el subtítulo: la filosofía de la historia descansa sobre presupuestos teológicos generalmente ignorados o negados. Löwith no pregona el retorno a una visión teológica de las cosas humanas; somete a examen crítico las bases comunes de la teología y de la filosofía de la historia, y apela a una interrogación de los fundamentos metafísicos que han pasado desapercibidos para la racionalidad occidental.


La obra de Karl Löwith
Escrita durante el exilio en Japón y publicada en 1939, 'De Hegel a Nietzsche' ha sido considerada un clásico y juzgada, con razón, como la obra más importante sobre la filosofía y la historia intelectual del siglo XIX. En ella, Karl Löwith comienza con un examen de las relaciones entre Hegel y Goethe para, a continuación, discutir de qué manera los discípulos de Hegel -y particularmente Marx y Kierkegaard- interpretaron, o reinterpretaron, el pensamiento del maestro.

Al señalar a Marx y a Kierkegaard como los precursores del "decisionismo" -con el cual la filosofía legitimaba sus incursiones en el mundo histórico, Löwith se propone la tarea de desacreditar al historicismo en tanto responsable del nihilismo filosófico y del decisionismo político. Y al orientar su pensamiento hacia la "despotenciación de la conciencia histórica", rehabilita teóricamente la dimensión reprimida por el pensamiento historicista: la naturaleza.



De Hegel a Nietzsche tiene, entonces, la peculiaridad de ser un estudio histórico pensado como una respuesta a la identificación de mundo e historia; un intento de contrarrestar los efectos de la conciencia histórica utilizando sus propias armas. Löwith asume ese proyecto paradójico desde la certeza de que, una vez eliminado el presupuesto de la divinidad del cosmos, ya no es posible un retorno a la actitud contemplativa. "El gran libro de Karl Löwith" Alasdair MacIntyre, The New York Review of Books, septembre de 1964

KARL LÖWITH
DE “De Hegel a Nietzsche. La quiebra revolucionaria del pensamiento en el siglo XIX. Marx y Kierkegaard.
Traducción de Emilio Estiú. Publicada por Editorial Sudamericana en Buenos Aires, en 1968.

Ernst Jünger.


Escritor, filósofo, novelista e historiador alemán (1895 - 1998).
Fue el último ganador de la medalla Pour le Mérite, la última persona condecorada en morir, y la persona más joven en recibir la preciada condecoración, con sólo 23 años.

Entre la guerra y el ascenso de Hitler al poder en Alemania, Jünger formó parte de la órbita de una compleja corriente político-cultural llamado "Konservative Revolution" o revolución conservadora alemana, de la que formaron parte, además de diversos grupos, autores como Ernst Von Salomon, Werner Sombart, Carl Schmitt o Oswald Spengler. Algunas de las características más importantes que definieron a la "Konservative revolution" fue su nacionalismo radical, su rechazo al liberalismo decimonónico, o a la Revolución francesa. Dentro de esta corriente, Jünger publicó libros como "La guerra como experiencia interior", "La movilización general" o "El trabajador".

Uno de sus últimos textos es "Die Schere" (La Tijera), publicado en 1989, cuando Jünger contaba con 95 años de edad. De gran valor histórico y literario son sus diarios de la II Guerra Mundial ("Radiaciones"). En la actualidad se considera su obra como una de las mayores contribuciones a la literatura en lengua alemana en el siglo XX.



Link a : El mundo transformado, de Ernst Jünger: por Manuel Arranz


La tradición: Ernst Junger


Link a la pagina de la Tradición

La Seducción de Siracusa:



Mark Lilla, catedrático de Historia Intelectual Europea en la Universidad de Chicago, estudia en este ensayo, las razones que llevaron a los intelectuales europeos del siglo XX a avalar toda clase de tiranías, y pone de contraejemplo el rechazo de Platón a la tiranía de Dionisio en Siracusa. Es un ensayo que relaciona a los intelectuales y la política, y pone de contraejemplo el rechazo de Platón a la tiranía de Dionisio en Siracusa.

Este ensayo cobra actualidad en el contexto actual en donde en muchos ámbitos de la vida en la ciudad vemos la repetición de esta situación que se remonta a la época de Platón.

En su Carta VII, Platón razona su fracaso: había sido invitado en tres ocasiones a Siracusa, en Sicilia, para ayudar en la educación política de Dionisio II. El propósito de Platón fue el de aplicar en la realidad sus tesis del Rey Filósofo, es decir, el gobernante que tuviera las virtudes de la filosofía en la gobernación de la realidad y sus contradicciones. En tres ocasiones fracasó. En una de ellas, cuentan, Platón fue vendido como esclavo por Dionisio II y hubo de pasar vicisitudes varias para recuperar la libertad. Ninguno de sus tres viajes a Siracusa acabaría bien.

El fracaso de Platón en Siracusa ha sido establecido como símbolo de la relación frustrada entre la inteligencia y el poder, entre el intelectual y el príncipe, entre el escritor y el Estado.

En su ensayo titulado La seducción de Siracusa (Letras Libres, VI,63, 2004) Mark Lilla explica el curioso fenómeno dado en todas las épocas relativo al hecho constatable de que una buena cantidad de intelectuales han sucumbido a los embrujos del poder despótico, avalando con su prestigio, su pluma y sus ideas regímenes que a todas luces enarbolaron (y enarbolan) tiranías que jamás debieron contar con el apoyo de gente dispuesta al pensamiento. A estos individuos llamó Lilla “intelectuales filotiránicos”, caracterizándolos en sus fundamentos por la ausencia de autoconocimiento y humildad. Los ejemplos sobran: para nadie es un secreto que muchos intelectuales nunca alzaron la voz para condenar regímenes totalitarios. La lista es tan larga como sorprendente, sobre todo porque está formada por nombres que, cuando menos en el plano teórico, suponemos que jamás se prestarían para justificar y suscribir gobiernos que apelan a la fuerza, al terror, a la coacción de millones de ciudadanos.

Cabe entonces hacerse la pregunta: ¿qué llega a suceder en lo más profundo de la mente de los hombres, al punto de que lleguen a apoyar dictaduras tanto de izquierda como de derecha? Lilla comienza a responder tomando como punto de sostén a Platón.

En tal sentido, los hombres pueden ser víctimas de sus pasiones, que marcan el camino hacia un lado o hacia otro en tanto incitan poner rumbo hacia la filosofía o la tiranía. Se dice que hay un tirano en todos nosotros, un tirano que se embriaga con el Eros de su Yo proyectado hacia el mundo y que sueña con cambiar a éste de raíz. Si en un ejercicio riguroso de autoconocimiento, el intelectual identifica en sí mismo esa fuerza, si la dirige y controla, el impulso puede guiarlo hacia el bien y a otros fines superiores. Si no, esa pasión puede llegar a dominarlo.

Notemos la característica que posibilita el control de las pasiones: autoconocerse. El dominio de sí mismo, el hecho de entender cómo funciona esa fuerza extraordinaria que impulsa a la filotiranía para plantarle cara y evadirla, de algún modo está presente, si abrimos bien los ojos, en el discurso de Pericles, pues la democracia, amplio concepto que lleva en sus entrañas la búsqueda de la belleza (tal y como la concibieron los griegos del siglo V a.C.), la sabiduría, el entendimiento, el aprendizaje, la deliberación, la reflexión, el conocimiento y la libertad, es exactamente lo contrario a aquello que forma parte constitutiva de las tiranías. Conocer y conocernos implica una de las búsquedas fundamentales de la democracia, y no es gratuito que Pericles, al explicar su noción de ésta, apele a términos que en conjunto apuntan a la “sabiduría” requerida para alzarse con ella.

Es necesario entonces deslindar el conocimiento de las pasiones (razón/pasión) porque “es difícil encontrar un siglo de la historia europea mejor diseñado que el último para excitar las pasiones del pensamiento y llevarlo al desastre político. Claro, la debilidad en torno al conocimiento de sí mismos, la resquebrajadura ante el Eros que pierde al individuo cuando no se puede controlar, da lugar al intelectual filotiránico que Lilla propone, análogo de aquel maestro, orador o poeta circunscrito a tiempos de Pericles, donde todavía la palabra “intelectual” no aparecía en el horizonte. Estos hombres son peligrosos por la razón sencilla de que “están abrasados por las ideas, Como Dionisio.

Queda claro que las pasiones se imponen, a falta de autodominio y autoconocimiento, a la razón. Desde Pericles, es posible darse cuenta del esfuerzo puesto en la consecución de lo contrario, esto es, en que se persiga a la sabiduría como forma de contrarrestar al Eros del Yo proyectado hacia el mundo. Los caminos torcidos por los que toman rumbo ciertos individuos, llegando a niveles de justificación de horrores perpetrados por el poder omnímodo, no dejan de llamar la atención en el presente, tanto como lo hicieron ayer. Los pensadores, los intelectuales, los que se empeñan en propiciar el común entendimiento y la libertad son los llamados a actuar con la mayor responsabilidad, con la mayor honestidad, con la mayor humildad ante el fenómeno que Lilla ha denominado como filotiranía. De alguna extraña manera, el discurso fúnebre de Pericles denota y combate esta preocupación.

El artículo completo se encuentra en la pestaña de Scribd al final del Blog



Tributo a la lengua griega

“Siempre agradeceré a Scauro que me hiciera estudiar el griego a temprana edad. Aun era un niño cuando por primera vez probé a escribir con el estilo* los caracteres de ese alfabeto desconocido; empezaba mi gran extrañamiento, mis grandes viajes y el sentimiento de una elección tan deliberada y tan involuntaria como el amor. Amé esa lengua por su flexibilidad de cuerpo bien adiestrado, su riqueza de vocabulario donde a cada palabra se siente el contacto directo y variado de las realidades, y porque casi todo lo que los hombres han dicho de mejor lo han dicho en griego. Bien sé que hay otros idiomas, están petrificados, o aún les falta nacer. Los sacerdotes egipcios me mostraron sus antiguos símbolos, signos más que palabras, antiquísimos esfuerzos por clasificar el mundo y las cosas, habla sepulcral de una raza muerta.(..)

Nada igual la belleza de una inscripción votiva o funeraria latina; esas pocas palabras grabadas en la piedra resumen con majestad impersonal todo lo que el mundo necesita saber de nosotros. Yo he administrado el imperio en latín; mi epitafio será inscrito en latín sobre los muros de mi mausoleo a orillas del Tiber; pero he pensado y he vivido en griego.”

Publio Elio Adriano.

La seducción de Siracusa

18 de agosto de 2009

Sobre la obra de Michael Walzer

Adjunto esta información básica sobre la obra de Michael Walzer.

Michael Walzer (1935) es uno de los expertos en Filosofía Política más importantes de Estados Unidos en la actualidad. Ejerce como profesor emérito en el Institute for Advanced Study de Princeton, Nueva Jersey y es editor del Dissent, un magazine cuatrimestral sobre política y cultura.

Walzer es considerado como uno de los principales defensores de la posición Comunitaria en Teoría política junto a Alasdair MacIntyre y Michael Sandel. Al igual que Sandel y MacIntyre, Walzer no se siente plenamente identificado con esta denominación. Sin embargo, defiende que la Teoría Política ha de estar basada en las tradiciones y la cultura concretas de cada sociedad y se opone a lo que considera una abstracción excesiva de la Filosofía Política.

Entre sus aportes intelectuales más importantes encontramos una revitalización de la Teoría de la Guerra Justa, que insiste en la importancia de la ética en tiempos de guerra a la vez que evita posiciones pacifistas;
La teoría de la "igualdad compleja", que sostiene que no existe un criterio único (moral o material) para valorar la justicia social.
La justicia igualitaria exige en cambio, que cada bien sea distribuido de acuerdo a su importancia social, y que ningún bien (como el dinero o el poder político) domine o interfiera en la distribución de bienes en otras esferas.
Igualmente argumenta que la justicia obedece principalmente a preceptos morales dentro de cada nación y sociedad particular, por lo que no puede ser sometida a abstracciones universales.

Mientras numerosos críticos sostienen que el multiculturalismo diluye la cohesión en la sociedad, el insiste en en que el verdadero enemigo es el individualismo, sin embargo cuando el individualismo es dominante requiere de la cohesión comunitaria y cultural. Un ejemplo de esto es el de Israel en donde las comunidades religiosas son tan poderosas que fragmentan el cuerpo social en forma amplia. Frente a ello es necesario un espíritu cívico solido para atenuar sus efectos.

Referencias bibliográficas
Just and Unjust Wars (Basic Books, 1977, second edition, 1992, third edition, 2000)
Spheres of Justice (Basic Books, 1983)
Pluralism, Justice and Equality, with David Miller (Oxford University Press, 1995)
Terrorismo y guerra justa, Buenos Aires y Madrid, Katz Barpal Editores, 2008.

Link al currículo de Michael Walzer

Artículo titulado: The argument about humanitarian intervention
Artículo titulado: Regime change and just war
Reseña de la obra de Walzer: "Arguing about war"
Tratado sobre la tolerancia:
Israel y la guerra de Gaza. El argumento de la proporcionalidad
Link al magazine Dissent

16 de agosto de 2009

El nuevo urbanismo y la trampa comunitaria.

David Harvey
Artículo publicado el 26 de noviembre de 2000, en LA VANGUARDIA
Traducción: José María Puig de la Bellacasa.

El nuevo urbanismo está en la cresta de la ola. Todo el mundo es su entusiasta defensor. Porque, al fin y al cabo, ¿a quién le gustaría que le llamasen "viejo urbanista"? Podría decirse -discurre el razonamiento- que la vida urbana es susceptible de ser mejorada en su raíz, que puede transformarse en una vida más "auténtica" y menos desangelada, y también más eficiente, por el procedimiento del regreso a conceptos tales como vecindario y comunidad, que antiguamente proporcionaron tanto temple y tanta coherencia, continuidad y estabilidad a la vida urbana. La memoria colectiva de un pasado más cívico puede recuperarse de nuevo si se recurre a los símbolos tradicionales. Las instituciones de la sociedad civil, si reciben el estímulo que pueden aportar la arquitectura ciudadana y la adecuada planificación urbana, pueden perfectamente verse consolidadas como los fundamentos de un tipo de urbanización mucho más civilizado.

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La Trampa comunitaria: David Harvey

El derecho a la ciudad: David Harvey


La ciudad, escribió una vez el reputado sociólogo urbano Robert Park:

"Es uno de los intentos más consistentes, y a la postre, más exitosos del hombre, de rehacer el mundo en el que vive a partir de sus anhelos más profundos. Si la ciudad, en todo caso, es el mundo que el hombre ha creado, es también el mundo en el que está condenado a vivir. Así, de manera indirecta y sin una conciencia clara de la naturaleza de su tarea, al hacer la ciudad, el hombre se ha rehecho a sí mismo".

El derecho a la ciudad no es simplemente el derecho de acceso a lo que ya existe, sino el derecho a cambiarlo a partir de nuestros anhelos más profundos. Necesitamos estar seguros de que podremos vivir con nuestras creaciones (un problema para cualquier planificador, arquitecto o pensador utópico). Pero el derecho a rehacernos a nosotros mismos creando un entorno urbano cualitativamente diferente es el más preciado de todos los derechos humanos. El enloquecido ritmo y las caóticas formas de la urbanización a lo largo y ancho del mundo han hecho difícil poder reflexionar sobre la naturaleza de esta tarea. Hemos sido hechos y rehechos sin saber exactamente por qué, cómo, hacia dónde y con qué finalidad ¿Cómo podemos, pues, ejercer mejor el derecho a la ciudad?
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David Harvey-El Derecho a La Ciudad

Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Z. Bauman


La revisión de las obras de Zigmunt Bauman adquiere singular importancia en esta nueva coyuntura en la que se supone nuevos cambios en la modernidad.

Bauman trata de la nueva estética del consumo. Se refiere al fenomeno por el que quienes concentran las riquezas pasan a ser objetos de adoración y que los nuevos pobres son aquellos que son incapaces de acceder al consumo y a la novedad del sistema capitalista. Refiere que para alcanzar los placeres de una vida normal, se necesita dinero y que los pobres se encuentran ante un escenario de consumo rapaz y con la incapacidad de solventar los estándares del consumo: “nada calmará el dolor de la inferioridad evidente” (Bauman, 2000: 67).

Sobre este tema les adjunto el escrito: Modernidad líquida y fragilidad humana; de Zygmunt Bauman a Sloterdijk, de Adolfo Vasquez Roca.
Se encuentra en este link:
http://www.margencero.com/articulos/new/modernidad_liquida.html

También se puede consultar:
http://www.cibernous.com/autores/bauman/index.html

15 de agosto de 2009

De los espacios otros: Michel Foucault .


Conferencia dictada e
n el Circle des études architecturals, 14 de marzo de 1967, publicada en Architecture, Mouvement, Continuité, nº 5, octubre de 1984. Traducida por Pablo Blitstein y Tadeo Lima.


La gran obsesión que tuvo el siglo XIX fue, como se sabe, la historia: temas del desarrollo y de la interrupción, temas de la crisis y del ciclo, temas de la acumulación del pasado, gran sobrecarga de los muertos, enfriamiento amenazante del mundo.

En el segundo principio de la termodinámica el siglo XIX encontró lo esencial de sus recursos mitológicos. La época actual quizá sea sobre todo la época del espacio. Estamos en la época de lo simultáneo, estamos en la época de la yuxtaposición, en la época de lo próximo y lo lejano, de lo uno al lado de lo otro, de lo disperso.

Estamos en un momento en que el mundo se experimenta, creo, menos como una gran vida que se desarrolla a través del tiempo que como una red que une puntos y se entreteje. Tal vez se pueda decir que algunos de los conflictos ideológicos que animan las polémicas actuales se desarrollan entre los piadosos descendientes del tiempo y los habitantes encarnizados del espacio.

El estructuralismo, o al menos lo que se agrupa bajo este nombre algo general, es el esfuerzo por establecer, entre elementos repartidos a través del tiempo, un conjunto de relaciones que los hace aparecer como yuxtapuestos, opuestos, implicados entre sí, en suma, que los hace aparecer como una especie de configuración; y a decir verdad, no se trata de negar el tiempo, sino de una manera de tratar lo que llamamos tiempo y lo que llamamos historia.

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De los espacios otros: Michel Foucault

14 de agosto de 2009

Qué se entiende por Caos.

En la época clásica Platón en La República hace una crítica a la democracia ateniense, en la cual señala que ante el Caos provocado por el individualismo, las condiciones son propicias para la imposición de una tiranía. Sin embargo Platón, no creía en el determinismo social. Pensaba que era posible instaurar una sociedad diferente, sin diferencias económicas y sin propiedad privada que las ocasione. En esta sociedad utópica, propuesta en su República se postulaba el beneficio de la comunidad frente al deseo individual, estando regido por criterios racionales, en términos modernos, por criterios científicos.

Para Aristóteles la mayor injusticia es el desorden, y sostiene que cualquier orden, por malo que sea será mejor que el Caos. Aristóteles sostenía más aun, al decir que no hay ciencia del accidente.

CAYETANO ACUÑA VIGIL


En la época moderna el concepto cambia p.e. para Deleuze sólo desde la idea de Caos podemos entender dialécticamente el Pensamiento. El Pensamiento para Deleuze mantiene una lucha constante en dos direcciones: en una dirección el Pensamiento se enfrenta al Caos, en la otra, a las opiniones. En la filosofía de Deleuze el Pensamiento se enfrenta al Caos bajo tres formas diferentes: la filosofía, la ciencia y el arte. Serían las tres Caoídeas, las tres hijas del Caos y el Pensamiento. La filosofía, el arte y la ciencia se enfrentan al Caos trazando planos secantes sobre él .


Este término griego en el discurso mítico-religioso, vino a significar lo opuesto a orden. Según las cosmogonías griegas el caos es el estado en que se encuentra la materia, antes de la existencia del mundo tal como lo conocemos, y del que surgirán las fuerzas organizadores del universo, del cosmos (orden, para los griegos).

"… Todo lo que dicen los poemas homéricos y la mitología tiene su punto de partida en una comprensión del mundo como incomprensible, del mundo como Caos, creándose sobre un fondo de Caos y, a partir de ahí, volviéndose en parte cosmos, es decir, orden, universo ordenado en el cual entonces la comprensión de lo incomprensible vuelve a tomar plenamente sus derechos".


La autopoiesis
La autopoiesis, es un neologismo propuesto en 1971 por los biólogos Humberto Maturana y Francisco Varela para designar la organización de los sistemas vivos. Una descripción breve sería decir que la autopoiesis es la condición de existencia de los seres vivos en la continua producción de sí mismos. Este término nace de la biología, pero más tarde es adoptado por otras ciencias y otros autores, como por ejemplo por el sociólogo alemán Niklas Luhmann.

Según Maturana y Varela son autopoiéticos los sistemas que presentan una red de procesos u operaciones, y que pueden crear o destruir elementos del mismo sistema, como respuesta a las perturbaciones del medio. Aunque el sistema cambie estructuralmente, dicha red permanece invariante durante toda su existencia, manteniendo la identidad de este. Los seres vivos son sistemas autopoiéticos y que están vivos sólo mientras están en autopoiesis.

El concepto de Orden
El orden es lo que se opone al Caos. La anarquía hace referencia a un orden social lo que implica ya una jerarquía de órdenes. Es importante por ello no confundir el orden-desorden, con el orden-caos. El concepto de orden-caos es un concepto primario en la reflexión filosófica.

Para el griego clásico era evidente que la Naturaleza es un orden. Los presocráticos pensaron que todo sucede conforme a una ley natural, entendiendo la Naturaleza de diversas maneras :
Como un todo ordenado, La Naturaleza, como movimiento, como una pre configuración racional inmutable y eterna, matemática.


El problema filosófico así consiste en fundamentar la creencia en un orden de lo Real a partir del orden del conocer, pues de otra forma estaríamos cuestionando permanentemente el sentido mismo de la verdad del conocimiento y de la ciencia. De otro modo, tendríamos que conformarnos con un pensamiento débil cuyo sentido de verdad es relativo, no siendo más que un referente cultural y social .

Percy C. Acuña Vigil

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¿Qué es el Caos?

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